Me dije "Te iré a buscar donde sea, te iré a buscar donde quiera que estés. Más allá de que mi razón me diga que estoy equivocado, más allá de las mil y un razones que tengo para dejar las cosas como están". Y guiado por el sentimiento salí a buscarte.
Te encontré, venías caminando. Me paré en la misma vereda y te crucé sin hablarte. Me miraste al pasar y seguiste, te frenaste y volteaste hacia mi. Yo me quedé quieto mirándote. Había mucho en juego en ese instante para mi. Yo había ido impulsado por el sentimiento, y en cierto modo, tenía esperanza. No sabés todo lo que esperé este momento, no sabés la cantidad de veces que soñé que la vida te ponía otra vez en mi camino, y al vernos, nos envolvíamos en un fuerte abrazo sincero prometiendo no volver a separarnos nunca. Me miraste unos segundos y me dijiste "Vos sos...". Sonreí, al menos no te fuí indiferente."¿Cómo andas?" preguntaste mientras te acercabas a saludarme."Bien, vine a buscarte" respondí rápidamente como queriendo no perder más tiempo en preguntas banales."Te estaba esperando" me dijiste con voz dulce y suave. No podía creerlo, estaba dentro de una película. Sin salir de mi asombro te pregunté: "¿En serio me decís?". "No" dijiste bajandome de un ondazo, y riendo gritaste "¡que la inocencia te valga!".
No hay comentarios:
Publicar un comentario