Psicología barata y zapatos de goma

Tras largos meses de terapia el muchacho se decidió a contarle a su psicólogo algo que él creía muy gracioso. Entró a la sesión como todos los martes y al sentarse lo primero que dijo en tono de burla y superación fue "Desde que vine la primera vez que lo único que hago es mentir, inventar cosas, deformar otras, para escuchar todas las pavadas que me decís". El psicólogo se quedó callado. El muchacho sonrió y le dijo con cierta ironía "¿Y no vas a decirme nada?". "Sí" respondió el psicólogo "quería decirte que no te hagas problema, que yo hago lo mismo y encima te cobro".