Él estaba sentado en el living mirando televisión
cuando, de repente, se oyó un disparo. El hombre saltó
del sillon en el que estaba sentado y corrió
desesperado hacia la habitacion. "¿Por que lo hiciste?"
gritó enojado "¿por que lo hiciste?" repetía y su enojo
se iba transformando en angustia y tristeza. No
entendía como podía haberlo hecho sin él. No lo
entendía, porque si algun sueño tenían en comun era
ese. Había quedado solo.
Él la amaba demasiado, como Dalí a Gala, como Picasso
a sus mujeres, como Artaud a la poesía, como Van Gogh
a las protitutas . Le repetía casi a diario que ni Picasso ni
Dalí podrian haberla pintado tan perfecta, y en el caso
que lo hubieran hecho, nadie lo hubiera entendido...
Es mas, ni siquiera podrian haber sabido que lo que se
encontraba plasmado sobre el lienzo entre tantas figuras
geometricas y sin sentido... estaba la figura de una
mujer.
"Que poco romantico que sos" le decía ella. Y no era
cierto, Eduardo era muy romantico, muy sentimental...
hasta la medula! pero nunca podía evitar que sus
frases mas romanticas se vieran empañadas por su humor
absurdo, grotesco y frio. Su calidez y su candor se
volvian frivolos por su ironia mordaz y sus pequeñas
sutilezas, pero asi lo quería. Quizas preferia
frivolidad a profundidad porque aunque la profundidad
es halagada; la frivolidad al ser despreciada no implica
ningun peso, ninguna responsabilidad, porque es pasajero
y a nadie le importa.
"Te quiero comer los ojos" le dijo Alicia a Eduardo
mientras preparaba un café.
"¿Comerme los ojos?" respondió Eduardo un poco
sorprendido mientras una sonrisa se dibujaba en su
rostro, "podias haberme dicho de comerme muchas cosas,
pero jamas hubiera pensado en los ojos" siguió, y se
echó a reir.
"Lo decia en serio" dijo Alicia sin mirarlo. Lo decía
en serio, como cada vez que le decía algo sin mirarlo.
"Pero... ¿que queres decirme con eso de comerme los
ojos? ¿es alguna referencia edípica?" dijo Eduardo
intentando entender la frase
"¿Referencia edípica?" se molestó Alicia "¿que tiene que
ver Edipo en todo esto? primero informate del tema y
despues hablá, siempre estas diciendo pavadas...".
Alicia siempre se molestaba cuando Eduardo no entendía
que queria decir. Se sentía incomprendida, ella creía
que él era el unico capaz de entenderla totalmente,
por eso cuando esto no ocurria se sentia defraudada.
Alicia lamentó que Eduardo no se diera cuenta que el
unico objeto de la frase no era mas que una forma de
decirle que no tuviera ojos mas que para ella. Luego
se volvió hacia Eduardo y confesó "Tanto tiempo
esperando, tanto tiempo acostumbrandome a morir de a
poco... y hoy cuando me levanté sentía unas ganas
barbaras de vivir, de sentirme viva... pero se me
escapo un pequeño detalle, un pequeñisimo detalle...
no se que es vivir..."
"Vamos Alicia" dijo Eduardo mientras le daba un sorbo
a su taza de café "no empieces con tus descuelgues y
frases inconexas... Hoy estoy bien, bah! lo que se
dice bien no, pero estoy normal... ni bien ni mal, y
no tengo ganas de salir de aca con todas las ideas
revueltas y los fantasmas acechandome..."
"Queres escaparte..." dijo ella
"Uno puede escapar de todo, menos de si mismo... ¿como
haría para escaparme de mi? ¿como haría para callar mi
cabeza?"
"Haciendola estallar" susurró Alicia al tiempo que
abria los ojos intentando impresionar
"Haciendola estallar..." repitió Eduardo, y se quedó
reflexionando
"¿En que pensas?" preguntó Alicia poniendo su cara frente a
la de Eduardo
"En manteles" respondió Eduardo. Alicia frunció el
ceño.
"¿En manteles?" repitió sin entender
"Esperanza es sólo una palabra cuando piensas en...
manteles"
"¿Que significa eso? ¿que queres decirme?" le dijo
Alicia casi indignada por decir algo que para ella no
tenía sentido. Alicia pretendia de Eduardo que él se
esforzara para entenderla, pero a Eduardo lo fascinaba
que ella no le entendiera ciertas cosas... Él siempre
quiso ser un misterio para ella, un misterio sin
revelar.
"No se que significa" dijo Eduardo y se encojió de
hombros
"¿Y de donde lo sacaste?"
"Lo leí una vez... y quedó... No se por que, pero
quedó... muchas cosas se me quedan grabadas y nunca
comprendo el por que... o quizas no quiero comprender
el por que... A veces desearía nunca haber entendido
nada de mi vida, hubiera sido feliz"
"Eso no tiene sentido" desestimó ella
"Tiene sentido, duele entenderlo... en algun punto
todas las cosas se unen, tal vez en el infinito... eso
lo oí en una clase de matematicas o algo asi... pero
yo se que en algun punto todo tiene sentido, todo se
une, todo se relaciona... hay un algo, no me preguntes
que, pero yo se que al final de mi vida voy a darme
cuenta de que se trata todo esto... voy a darme cuenta
si valio la pena y si se fue la pena"
"Eso si al final de tu vida lográs acordarte como te
llamas..."
"Lo importante no es acordarte tu nombre, sino
acordarte quien sos... quien fuiste y sobre todas las
cosas... QUIEN QUISISTE SER"
El dia anterior al disparo, Eduardo y Alicia, habian
estado escuchando musica... la musica los trasladaba,
la musica los elevaba y el amor los hacia sentir
inmortales.
Luego de escuchar una cancion que a ellos 2 los hacia
acordar al dia en que se conocieron, ella le dijo
"Prometeme que si algun dia nosotros no estamos juntos
no vas a escuchar nunca mas este tema"
Eduardo rió. "¿Pretendes que me quede sordo?" le dijo
"Prometemelo" se puso seria ella
"¿Y que pasa si un dia estoy escuchando la radio y lo
pasan?"
"La cambias..."
"¿Que gano?"
"Quiero que este tema sea de nosotros 2 o de nadie..."
"Esta bien, igual sigo sin entender la razon..."
"No quiero que escuches nuestro tema para deprimirte
cuando yo ya no esté..."
"Das como un hecho que algun dia no vas a estar mas...
y no solo eso, sino que encima supones que cuando eso
pase yo voy a deprimirme intentando recordarte... es
una suposicion un tanto soberbia me parece..."
"Estoy segura de que va a ser asi... te conozco"
"¿Y por que estas tan segura?"
"Porque me amas..."
"Nunca te lo dije"
"Pero me lo hiciste sentir"
"¿Sabias que los sentidos son unos mentirosos?"
"Si"
Hubo un silencio, Eduardo no esperaba esa respuesta.
La miro de repente, ella sabia que Eduardo estaba
sorprendido y dijo "¿Que pasa? ¿vos no sentis que vamos
a estar juntos para siempre?".
"Y si los sentidos son... mentirosos", dijo Eduardo
"¿por que decis que sentis que te amo? ¿por que no puede
ser una mentira? ¿por que todo no puede ser una
mentira?"
"¿Una mentira?"
"Una mentira..." dijo Eduardo "¿te estas despidiendo?"
"Para siempre... siento que vamos a estar juntos para
siempre, es una jugarreta del destino, vamos a estar
juntos para siempre, aca o donde sea..."
Ella giró en la cama y se dispuso a dormir. Eduardo se
quedo sentado pensando... despues se puso una porno y
se fue a dormir excitado.
A la mañana siguiente Alicia se fue temprano a su
trabajo, y Eduardo siguió durmiendo hasta el mediodia.
Pensaba despertarse para prepararle el desayuno, pero
como la noche anterior se acosto muy tarde se quedó
dormido. Lamentó no poder hacerle el amor antes de
irse. Seguía excitado de la noche anterior.
Al mediodia se levanto pensando en lo que habia pasado
la noche anterior, no en la pelicula sino en lo que le
habia dicho Alicia. "¿Que habra querido decirme?" se
preguntaba. Estuvo varias horas pensando, pensó tanto
que no le dieron ganas de trabajar pues estaba agotado
psiquicamente y decidió llamar al trabajo aduciendo
estres.
"¿Estres?" gritó su jefe "es el primer caso que conozco
de un sereno estresado"
"Estoy muy nervioso Jorge" dijo Eduardo a su jefe
"¿Y con eso que? semana por medio te pones nervioso,
tomá tranquilizantes si estas nervioso, pero esto no
es un viva la pepa" le reprochaba su jefe molesto
"¿Alguna vez viste un sereno nervioso? si soy sereno
tengo que estar sereno, podria pasar un tragedia"
"Estas despedido" dijo el jefe y cortó
"Anda a la concha de tu madre" se enojo Eduardo y se
quedo insultando al tubo durante 5 minutos. Luego
siguió pensando. Ya entrada la tarde, Alicia estaba
por llegar de trabajar, y Eduardo seguía pensando
mientras navegaba por internet y se bajaba fotos y
videos. Finalmente Alicia llego.
"Hola amor" dijo
"Hola" respondió Eduardo "me parece que la maquina
tiene virus, va muy lenta, estuve 20 minutos para
bajarme un video"
"¿Un video de que?" quiso saber Alicia
Eduardo vaciló un momento y dijo "Ehhhh... adiviná"
"Del amor eterno"
"Mmmmmmmmmm no"
"¿Pero voy bien o mal? guiame, decime frio, tibio o
caliente"
"Esta bien"
"Un video del dia de los enamorados"
"Frio, frio"
"Un video de unos animalitos simpaticos que se aman"
"Caliente!!!"
"No me digas que te bajaste el video de mi pequeño
pony que tanto me gusta!!!"
"Tibio, tibio"
"Decime!!!!"
"Es de un burro, pero lo perdí, no se, se borró, habra
sido algun virus..."
"Que lastima!!!" dijo ella mientras entraba a la
cocina. Luego Eduardo se desconecto y se fue con
Alicia, la abrazó por detras y puso su cara junto a la
de ella.
"Estuve pensando" dijo
"¿En que?" quiso saber ella. Eduardo dejó de abrazarla
y comenzo a caminar por la cocina, se encendio un
cigarrillo e iba a paso lento mirando el techo de a
ratos.
"¿Que pasa?" se impaciento Alicia
"Nada" dijo el
"¿Podes dejar de caminar y decirme que te pasa? estas
dando muchas vueltas, ¿que es lo que tenes para
decirme?"
"Tranquila amor" dijo él con una sonrisa "no es nada
malo, no hay nada malo que tenga para decirte, solo
que..." hizo una pausa mientras le daba una pitada a
su cigarrillo
"¿Solo que?" lo apuró Alicia
"Estuve pensando" repitió él
"Si, eso ya lo dijiste... ¿podes dejar de dar vueltas y
me podes decir que te pasa?" se iba poniendo histerica
Alicia. A Eduardo le causaba gracia la impaciencia de
Alicia, su ansiedad, y jugaba con eso.
"¿Yo doy vueltas?" dijo lo mas serio que podía buscando
esconder la ironia de la frase.
Alicia suspiró buscando contenerse. "Si, Eduardo, das
vueltas, ¿me podes decir que es lo que pensaste?"
"Tranquila" dijo Eduardo y la abrazo. Alicia se lo
sacó de encima.
"Que mal humor!" dijo Eduardo conteniendo la risa
"No es mal humor, quiero saber lo que tenes para
decirme, y despues abrazame todo lo que quieras..."
"Seamos felices" dijo Eduardo. Alicia se enterneció
aunque no entendia a cuento de que venia la frase.
"Si, seamos felices, pero seguis sin decirme lo que
pensaste"
"Pienso tantas cosas" respondio Eduardo y se dio
cuenta de que no tenia nada para decirle.
"Bueno, decime lo que me ibas a decir" insistio Alicia
quien ya se habia aburrido de un juego que no sabia
que estaba jugando. Finalmente Eduardo dijo "No, no
tengo nada para decirte". Alicia no le creyó, pero era
verdad. Siempre le pasaba lo mismo a Eduardo, cuando
le decia la verdad no le creía, cuando le mentía le
creía.
Al llegar la noche las escenas siempre tomaban un tono
de melancolia, de dramatismo, de ahogo, de
desesperacion... no se si tanto, pero de melancolia
seguro. Durante la cena ninguno pronuncio ni una
palabra, el silencio era dominante y fue Eduardo quien
lo rompio con una certera palabra.
"Che" dijo. Alicia no contesto, estaba terminando de
comer su paty con mostaza. Eduardo se levanto de la
mesa, Alicia lo seguia con la vista...
"Sabes que ayer no entendí muy bien eso que dijiste de
estar juntos aca o donde sea... en realidad no entendí
lo de estar juntos donde sea, ¿a que te referis con
donde sea?" Alicia lo miraba fijo y seguia comiendo.
"Bueno" dijo Eduardo "terminá eso y hablamos". Eduardo
se encendió un cigarrillo y espero pacientemente que
Alicia terminara. Siempre esperaba que terminara.
"Ya esta" dijo Alicia
"Te decia de que no entendi el donde sea que dijiste
ayer"
"Pensalo" dijo Alicia cortante.
"Yo quiero estar con vos para siempre, pero.... debe
de haber alguna maldicion en las promesas de amor
eterno porque nunca se cumplen, el amor se rompe, se
agota, se va.... me gustaria que todo esto fuera
cierto, pero no se... hay algo raro en todo esto....
quizas el amor sea lo raro... ¿Vos pensas en estar
conmigo por siempre?"
Alicia asintió con la cabeza. Eduardo se habia puesto
nervioso.
"¿Estas segura?" dudó Eduardo
Alicia asintió con la cabeza nuevamente. Eduardo hizo
silencio, estaba incomodo... como cada vez que Alicia
en lugar de hablar le hacia señas. Esta vez era Alicia
la que tenia el control del juego, y era Eduardo el
que se encontraba en medio de él sin saberlo. Alicia
dominaba la situacion, y lo sabia. Para probarlo le
dijo "Te estas escapando"
Eduardo la miró. "¿Otra vez?" dijo
Ella asintió con la cabeza, Eduardo se ponia mas
nervioso.
"¿De que me estoy escapando? no te entiendo" decia
confuso
Alicia se encojió de hombros.
"¿Entonces por que decis eso?" la increpó
Alicia decidió hablar, "¿Que va a pasar cuando ya no
encuentres de que escaparte? ¿que va a pasar? ¿que va a
pasar cuando ya no tengas una razon, cuando ya no
tengas de quien, de que, o por que escaparte, que va a
pasar Eduardo? ¿que harias si yo no estuviera mas? ¿que
harias sin mi? ¿podrias vivir sin mi? Si yo no
estuviera mas, en lugar de escaparte de mi, ¿te irias
conmigo?"
Eduardo se estremeció, un nudo se le hizo en el
estomago.
"¿Te irias conmigo?" repitió Alicia sin piedad
Eduardo no reaccionaba, se encontraba asustado al
tiempo que desde lo mas profundo de su interior iba
fluyendo una bestia que lo tomaba por completo, iba
fluyendo una bestia pasional, la bestia pasional que
cada uno lleva dentro... Esa bestia dormida, perezosa,
pero que cuando despierta es capaz de hacer cualquier
cosa sin medir ninguna consecuencia. Es una bestia
atroz, que se margina y que se ata, que se mantiene
sedada, drogada, somnolienta porque cuando
despierta... cuando despierta se vuelve indomable, se
vuelve indomita como un vendaval. Y la bestia se
apoderó de Eduardo.
"Claro que me iría con vos, no hay nada que yo ansie
mas en el mundo que morirme, morirme con vos, irme con
vos a cualquier lado, donde sea... Quiero que esta
misma noche nos vayamos... quiero morir, pero que sea
extravagante". La aclaracion de que su muerte fuera
extravagante le causó cierta gracia a Eduardo, y, por
un momento, lo hizo deshacerse de la bestia. Pero
Alicia hizo silencio, y rapidamente la bestia tomo a
Eduardo de nuevo.
"¿Escuchaste?" dijo Eduardo "quiero que esta misma
noche nos vayamos..."
"No quiero morir" dijo ella
"¿Como que no queres morir? ¿que me acabas de decir? yo
esta noche lo voy a hacer, con o sin vos..."
"Te estarias escapando"
"Cortala con eso!!! no es escaparse o no escaparse, es
una cuestion de sinceridad con uno mismo, si no tengo
mas ganas, ¿por que seguir?"
"Por mi" dijo ella
"Pero vos te vas a ir, yo se que te vas a ir... te
conozco Alicia, se que me vas a dejar solo" Alicia no
contestó.
"Vayamos a la cama" propuso él.
Cuando fueron a la cama Alicia estalló en llanto,
Eduardo la abrazó, luego de unos minutos se quedó
dormida. Él se levanto y fue al living donde escribió
una carta de despedida.
"Amor:
Si tejimos esperanza inalcanzable es porque creímos en
lo inalcanzable...
Pero lo inalcanzable es leve, volatil, se esparce en
el aire como el vapor, y se pierde... Yo me perdí en
lo inalcanzable impulsado por la fuerza de mi propio
peso... ese peso que no soportaste, ese peso que no
pudiste sostener... pero sostener ese peso no era ni
mas ni menos que sostenerme a mi... Yo fuí tu "carga
mas pesada", yo fue la materializacion de la frase, yo
represente el peso en tu vida... un peso insoportable,
insostenible, que no pudiste sostener... que no
pudiste sostener..."
Eduardo lloraba mientras escribía, y a medida que lo
hacia toda su vida pasaba como un flash por su cabeza.
Tendria unos 12 años el día que su abuela le pidió que
lo ayudara a cargar unas cajas en su auto, que se
encontraba en la puerta de su casa. Eduardo llevó las
cajas de a 3, al llegar al auto le preguntó a su
abuela donde las dejaba; sobre el asiento del
acompañante o en el baúl. La abuela vaciló unos
segundos. Eduardo dijo ante la duda de su abuela "Dale
abuela, que me pesan". La madre de Eduardo se asomó y,
siempre exagerada, dijo "Dale mamá que se va a
herniar". La madre de Eduardo no queria que su hijo
cargara con cosas pesadas, siempre temía que algo
pudiera pasarle, ella queria que la vida de su hijo
fuera lo mas liviana posible. Eduardo era un pequeño
al la vida no le costaba nada, tenia todo lo que
quería, y sin esfuerzo.
Ya en la adolescencia Eduardo comenzó a darse cuenta
que la vida que le presentaron en su infancia no era
la vida que iba a vivir. Sabia que sin esfuerzo no hay
recompensa... y que el esfuerzo tampoco es garantia de
recompensa. En definitiva, asumió que eran casi nulas
las posibilidades de conseguir algo en la vida.
Su padre siempre le hablaba del esfuerzo que habia que
hacer para conseguir las cosas, le hablaba del
esfuerzo que él hacia cada dia para llevar el pan a la
casa.
Eduardo no entendía de que hablaba su padre, y a
medida que fue creciendo lo fue entendiendo cada vez
menos. Sus padres le causaban extrañeza... se sentia
indignado de todas las mentiras de la infancia.
Al terminar de escribir la carta la leyó, una y mil
veces... Sabia que el peso tenia que ver. Eduardo no
pretendía ser frivolo, debía serlo... Ser sentimental
le pesaba... la frivolidad es leve, la frivolidad no
es pesada... Trabajar le pesaba, por eso ningun
trabajo le duraba mas de 3 meses, porque Eduardo no
soportaba el peso, no soportaba el esfuerzo de cargar
con algo... Eduardo queria estar liviano, y hacia todo
lo posible por estarlo. No queria matarse,
queria vivir, él queria que Alicia se matase. Eduardo
no soportaba mas cargar con el peso de Alicia, pero no
podia decirselo, eso significaba cargar con mas peso,
un peso que ya no podria soportar, entonces su deseo
era que Alicia se fuera del mundo. De esta manera se
libraría de su peso y seria libre.
Luego de reflexionar acerca de la carta y el peso,
Eduardo se sintió terrible. Sabia que no habia mas
remedio que matarse, porque jamas podria cagar con el
peso de ser conciente de que fue el quien impulso a
Alicia a matarse. Eduardo se escapaba del peso.
Al otro día se levantó antes que Alicia. Le llevó el
desayuno, pero al verla tan placenteramente dormida
decidió no despertarla. Prefirió que durmiera, ya que
como era sabado, podía dormir hasta tarde. Luego se
fue al living a mirar television.
De repente se oyó un disparo en la otra habitacion.
Eduardo saltó del sillon en el que estaba sentado y
corrió desesperado hacia la habitacion, de donde habia
provenido el disparo. "¿Por que lo hiciste?" gritó
enojado "¿por que lo hiciste?" repetía y su enojo se
iba transformando en angustia y tristeza. No entendía
como podía haberlo hecho sin él. Furioso tomó el arma,
la puso en su cien derecha y al momento de apretar el
gatillo despertó agitado con una gota de sudor
recorriendo su frente...
Eduardo lamentó siempre que Alicia lo haya dejado. No
soportaba el peso, pero preferia eso a ser preso de su
libertad, porque en esa libertad tan anhelada Eduardo
se sentia vacio, y no hacia mas que pensar en ella, no
hacia mas que extrañar ese peso del que algun día se
quiso deshacer, y que se fue sin dar explicaciones.
Eduardo soñaba, despierto y dormido... queria que
alguna vez ella volviera a tocar su puerta. Él se
sentiria feliz de tener que cargarla de nuevo.
Archivo Lify Douglas Pain: Martes 11 de mayo, 2004
