miércoles, 7 de octubre de 2015

Los árboles serán testigos

Mi final ya se acerca y es inevitable
Mi principio ha comenzado tan frágil
En los brazos de mi madre
Entre valiente y arrogante
Miraba al mundo como un Dios interminable

Ésta estúpida condena me rebela
Pasé mi vida ahondando en las penas
Y si alguna traicionera sorpresa se cruzó
En mi rígida rutina adormecida se murió

Vivo volviendo mi tiempo al comienzo
Como la rueda que no frena ni espera
Atrapado en el dolor
No me enfoco en el hoy
Y el pasado ya pasó, me condena

Lo que pasa es que la vida me hizo así
Aparcado en un cíclico duelo
Si me aparto desespero, y si me acerco me muero
Y el eterno duelo sin sentido que siento
Oscureció mis afectos y encendió mi silencio

La presión de una vida controlada
La pulsión de los que no tienen mas nada
Y en la vida destinada, la pasión y las ganas
De ganarle la pulseada al invencible dolor

Vivo padeciendo en mi alma las penas
Mi esperanza sincera me aferra
Pero la razón traicionera
Me sumerge y desconsuela
Cuando quiero resurgir

Y la vida ya pasó, en los sueños de pequeño
Que con inocente anhelo y lúdico ingenio
Creía ser el dueño del milagro interminable
De vivir sin prioridades
Más que jugar hasta el cansancio
Riendo sin olvido ni lamento
Y yéndome a dormir al terminar el cuento

Ella se posa inmutable en mi jardín
Sosteniendo el equipaje para el viaje
Y con inmenso coraje
Me acerco sin ropaje
Como en brazos de mi madre
Me entregué cuando nací

Aokigahara ;
Aokigahara ;

No hay comentarios: