viernes, 23 de julio de 2010

El Karma de perder la memoria... Revisited

Él se mira el pecho y puede ver que hay detrás suyo.
Porque no tiene alma, porque es transparente.
Él lee sus escritos de tanto en tanto, y no los siente suyos.
Porque él cambió, y ya no siente... así.
Él ya no se pregunta si es real.
Porque fue devorado por completo por lo irreal.
Entonces no hay dudas.
Nada se puede tocar. Nada se puede recordar, porque es efímero,
mañana cambia y ya no existe...
¿Como puede uno saber quien es si todo cambia todo el tiempo?
Nada se puede sentir porque la desconexión es total, como una rebanada en las venas...
Él mira el pasado sin nostalgia. Porque la nostalgia se siente, y él ya no siente.
Él está anestesiado. Porque la anestesia evita sentir. Y si no siente, no duele.
¿Pero que es lo que duele?
"Mirame" se escuchó que dijo una voz. "¿Vos sos feliz?" le preguntó.
"Si que lo soy" respondió él con firmeza.
"Podés mentirle al mundo, pero no a mí".
"¿Por qué me haces pensar?"
"Es justamente lo que no tenes que hacer..."
Él bajó su mirada. "Entiendo" dijo con voz tenue. Entonces tomó un papel, una lapicera y escribió:
"Cambiar no es dejar de ser, porque ser es la esencia de uno. Y por más que uno cambie, o quiera cambiar lo podrá hacer, pero nunca dejará de ser. Porque lo que uno es (la esencia) jamás cambia. Entonces de alguna manera el ser de uno (o su esencia) se vuelve inmaculado, inmortal, porque uno sabe que, pase lo que pase, lo que tiene que buscar siempre lo va a tener dentro suyo, intacto. Y si bien, eso que está adentro tampoco se puede tocar; se puede sentir, de hecho uno está obligado a sentir para llegar ahí y cuando uno siente, ve, oye, saborea, toca, huele... Así recuerda quien era, y vence el karma de perder la memoria, y vence el karma de no saber quien era. Y simplemente, vuelve a ser, quien jamás dejó de ser."

jueves, 1 de julio de 2010

Como convertirse en el mejor técnico de computación en solo 100 días y sin perder la memoria.

Dado que recibo a diario trillones de consultas acerca de como convertirse en el mejor técnico de computación de la historia voy a contarles la mía, intitulada "The untold history ¬¬" (los signitos son parte del título).

Una mañana me levanté y me dije a mi mismo "voy a dejar de trabajar en relación de dependencia, solo 2 veces por semana, 3 horas por día y voy a ganar más de 6000 pesos por mes, más IVA". Ilusionado, me dirigí a encargar 1000 volantes por 25 pesos, en una imprenta que cuando la ví pensé que estaba abandonada, pero no, había gente.

Día 1: Me puse un traje gris topo con mocasines naranja, me paré en la esquina de mi casa y repartí 200 volantes. Dejé en negocios, casas, pegué algunos en escuelas, albergues transitorios, hospitales, cementerios, etc. Ese mismo día me llamaron 2 personas preguntándome cuanto les cobraba por instalar Windows (legal, ojo).

Día 2: Entusiasmado por los 2 llamados del día anterior mandé a hacer 10mil volantes mas. Creyendo que no iba a dar abasto con tantos clientes, contraté a mi hermano pagándole 5 pesos por día y simultáneamente repartí 300 volantes mas en hamburgueserías, locales de ropa y una librería a la que entré para comprar hojas.
Solo tenía que quedarme en mi casa mirando televisión, esperando que una lluvia de llamados saturara mi teléfono.

Día 3-40: Seguía mirando televisión, me enganché con una novela mexicana que me tuvo tuvo en vilo varios días. Aprendí a cocinar, a usar el lavarropas, y mientras tanto aguardaba pacientemente que alguien me llamara... hasta me conformaba con que fuese equivocado.

Día 41: Me suena el celular con mi ringtone de "Vení Raquel" de los Auténticos Decadentes. Atiendo desesperado pero haciéndome el interesante. Era mi mamá, me preguntaba si a la noche iba a ir a comer.

Me quedaban 10.500 volantes. Fui con 5.500 a un local de computación conocidísimo, "ésta es la mía" pensé. Les pedí si me hacían el favor de repartírselos a sus clientes, que yo cobraba barato y era bueno. Aceptaron. Al otro día y no estaban mas... los habían repartido todos.
Solo quedaba esperar el aluvión de llamados. Y preparándome para las circunstancias contraté de nuevo a mi hermano (lo había despedido porque no había trabajo, literalmente), ésta vez por 3 pesos por día con la promesa de un aumento si las cosas iban bien.

Dia 50-100: Sonó el teléfono mas de 50 veces. 30 era mi mamá que me preguntaba si iba a ir a comer, 10 era mi mamá preguntándome donde me había metido, 9 también era mi mamá que me decía que la comida ya estaba servida y que iba a comer todo frío. La otra fue de mi novia pidiéndome que compre manteca.

Conclusión: Me quedan 5.000 volantes que usaré si Argentina sale campeón. Y ya saben, hagan todo lo contrario y serán grandes técnicos.

PD: Despedí a mi hermano otra vez, me está haciendo juicio.