martes, 14 de abril de 2009

Señales Suicidas

Escena 1:
Gaston está parado arriba de una silla ajustandose una soga al cuello. Entra Fernando, su mejor amigo y compañero de departamento.
Fernando: ¿Que haces Gaston?¿Te vas a suicidar?
Gaston: No, estoy practicando como hacerme el nudo de la corbata.
Fernando: Pero como vas a practicar con una soga! ¿no te das cuenta que es mucho más dificil? Baja que yo te enseño.
Gaston se baja de la silla.

Escena 2:
Fernando entra al baño, donde se encontraba Gaston, de improvisto. Al entrar lo ve sumergido en la bañadera a punto de tirar una radio enchufada adentro de la misma.
Fernando: Me estoy meando! (lo ve con una escoba intentando voltear la radio) ¿que haces con esa radio enchufada y todo mojado? ¿te vas a suicidar?
Gaston: No, quería ver si es resistente al agua como los relojes.
Fernando: Dejate de joder, a ver si se rompe.
Fernando le desenchufa la radio y se la lleva.

Escena 3:
Gaston está sentado frente a una mesa con cientos de pastillas de todos los colores. Junto a él, hay además una botella de whisky. Entra Fernando.
Fernando: Asi que el señor pensaba drogarse y no me estaba invitando!
Gaston: No, no me pensaba drogar.
Fernando: ¿Te vas a suicidar?
Gaston: No, son medicamentos vencidos que separé para tirar.
Fernando: ¿Y la botella de whisky?
Gaston: Me la regalaron, pero no pensaba tomarla.
Fernando: Ah bueno, entonces me la tomo yo.
Fernando agarra la botella de whisky y se la lleva.

Escena 4:
Fernando va en su auto rumbo a su casa y en el trayecto lo ve a Gaston. Frena, baja del auto.
Fernando: Ey, ¿que hacés atado en las vías del tren? ¿te vas suicidar?
Gaston: No, me robaron y me dejaron acá, que suerte que viniste.
Fernando lo desata y lo lleva a su casa.

Escena 5:
Funeral de Gaston. La madre llorando junto al cajón de su hijo. Fernando se acerca a darle el pésame.
Madre (desconsolada): No lo puedo entender, no entiendo que pasó, como pudo haber hecho algo así... ¿qué le estaría pasando?
Fernando: No hay mucho que pensar señora, vió como son estos casos, nunca dan señales... Este último tiempo yo lo veía bárbaro... y acá lo ve: frío, duro y con un olor que me está matando a mi, ¿no se perfuman los cadaveres?

miércoles, 8 de abril de 2009

Diario de un neurótico

Capitulo: Desayuno (Fragmento)

El 24 de noviembre del año 1998, arrancaba yo mi primer día de trabajo en un supermercado, y ese mismo día la conocí. Lo que mas me llama la atención de ésta fecha es que me la acuerdo, no es que tenga algo en particular pero muchas veces me pregunto por que ciertas fechas se graban en mi memoria y me resulta imposible olvidarlas. Como decía, ahí fue cuando la conocí, o mejor dicho, cuando la vi por primera vez. Vale la aclaración porque en cierto momento de nuestro romance creí conocerla, y hoy me doy cuenta no solo de que no la conocí nunca sino que, además, ni siquiera me acerque a eso.
Ese día, y no es que mi memoria sea brillante y por eso me acuerdo los detalles sino que, hice esto mismo durante casi 4 años y no me jacto de esto, todo lo contrario, me averguenza decirlo, pero como verán tampoco puedo evitar decirlo. Es como si un chip en mi cabeza se activara cada vez que cuento algo prendiendo un cartel luminoso que dice "Decí la verdad, decí la verdad" y yo la digo, no porque me interese en absoluto, realmente pienso que sería mucho mas feliz mintiendo pero en el momento en el que no digo la verdad; y esto no significa mentir necesariamente, siento como todas las miradas de la gente recaen sobre mi como si realmente supieran que lo que estoy diciendo no es la verdad. Alguno notara cierto rasgo de paranoia, no lo se, y no me interesa tampoco rotular mi conducta en un cuadro psicológico que seguramente dará por sentado una serie de caracteristicas que me harán sentir un miserable y previsible ser.
Como decía, era mi primer día, me desperté a las 7 en punto para llegar con tiempo. No me gustaba llegar último a ningún lugar, ni siquiera entre los ultimos, ya que sentía como todas esas miradas iban a apuntarme por ser "el nuevo".
Al levantarme, lo primero que hice fue apoyar mi pie derecho sobre el piso, jamás el izquierdo, siempre el derecho. Arrancar el día con el pie derecho sin lugar a dudas me daría suerte.
Muchas veces me pregunte por que si, aún levantandome con el pie derecho, había tenido un día fatal seguía haciéndolo cuando era evidente que el levantarme con el pie derecho no impidió que mi día fuera malo. No lo sé, pero siempre me quedé pensando acerca de eso. "¿Que pasaría si un día, sin querer, me levantara con el pie izquierdo y, luego de haberlo hecho, me diera cuenta de eso?" Como saberlo si, jamás, me levanté con el pie izquierdo, ni siquiera sin querer, y el hecho de solo pensarlo me daba pavor. Algo malo podía sucederme. ¿Acaso con el pie derecho no? Si, también... lo que hacía que siga levantandome con el pie derecho en lugar del izquierdo a pesar de haber tenido un día malo es que aquello malo que pudo haberme sucedido no fue, a mi "juicio" , tan malo como lo que podía pasarme si no lo hiciera. Esta idea de que mi tragedia, de que mi destino podía ser aún peor me hacía sistemáticamente plantar primero el pie derecho al salir de la cama.

Una vez apoyado mi pie derecho sobre el piso me senté al costado de mi cama y , por fin, apoyé el pie izquierdo. Luego siguió algo parecido, el primer pie que metí dentro de la pantufla fue el derecho y luego el izquierdo. Este ritual no tenía tanto poder como el otro, ya que en ocasiones no me daba cuenta y ponía primero el izquierdo en lugar del derecho o viceversa.
Volviendo un momento mas al ritual anterior, ¿que hubiera pasado si un día, luego de haber dormido pocas horas hubiese despertado aletargado y alguien presente en la habitación hubiera observado que en lugar de poner primero el pie derecho sobre el suelo puse el izquierdo, y, al llegar la noche esta persona me comentara sobre aquel suceso? Absolutamente nada, hubiera seguido apoyando el pie derecho primero por una simple razón, el miedo a lo desconocido... y el repetir la rutina una y otra vez hacia que todo sea conocido, pero en cuanto no pasaba algo de lo esperado, en cuanto algo cambiaba, sentía miedo, miedo de no saber enfrentarme contra eso que no conocía, miedo como el que la oscuridad provoca en un niño, ese miedo.
Luego de poner mis pies en las pantuflas me levante de la cama y fui a la cocina a prepararme el desayuno. Mi desayuno estaba compuesto de un café con leche, 2 tostadas y una medialuna. ¿Vale la pena detenerse en un desayuno? Tal vez. Puede que mi desayuno no tuviese nada extravagante, pero tenia una particularidad que era la forma en la que estaban dispuestos los componentes. ¿Que significa esto? Que no cualquier cosa iba en cualquier lugar, todo tenia que tener su respectivo orden. La taza de café con leche, las tostadas y la medialuna debían formar una letra "L". ¿Como? El orden era el siguiente: El café con leche se ubicaba en lo que seria el vértice de la letra "L", en la parte superior iba la medialuna y sobre la derecha iban las 2 tostadas. El orden para comer las tostadas o la medialuna era indistinto (sino hubiera pensado realmente que tenia algún problema en cuanto al orden), aunque prefería comer las 2 tostadas primero y dejar para el final la medialuna que era lo que mas me gustaba. Previo a desayunar, debía verificar que los 3 elementos mencionados formen una perfecta letra "L", de lo contrario empezaba a mover los elementos hasta que la formaran y, recién ahí, empezaba a desayunar.

Muchas veces me cuestione acerca de la pérdida de tiempo en este tipo de cosas, pero siempre llegaba a la misma conclusión, o mejor dicho, siempre llegaba a la misma consecuencia, no podía evitar hacerlo. Había como una fuerza interior, como una fuerza superior a la de mi conciencia que me "obligaba" a hacer las cosas de este modo y no de otro.
Realmente pensaba, y es una obviedad, que mi desayuno podía llevarme mucho menos tiempo, verdaderamente debía ser así, y me proponía día a día desayunar cada vez mas rápido. En ocasiones lo lograba, comía las tostadas mas rápido, tomaba de un sorbo el café con leche y me traga la medialuna dándole apenas 2 bocados, pero lo que pretendía no era desayunar mas rápido en sentido literal, lo deseaba era no dedicarle tanto tiempo a estas rutinas agobiantes que me perseguían cada día y cada instante de mi vida.

Pasado el desayuno fui rumbo a la ducha, pero me detuve camino al baño influido por un pensamiento que me molestaba terriblemente, y comencé a indagar en mi mente sobre aquello que me estaba molestando.

"¿Que tengo? A ver... ¿tan difícil es dejar de poner las cosas del desayuno en forma de "L"? ¿Tan difícil puede ser? Ayyy... si fuera tan fácil ya lo hubiera hecho ,¿no? ¿y por que no lo hago? ¿Es difícil? No, es fácil, pero es imposible... ¿Como puede ser imposible? Si no lo quiero hacer no lo hago mas y listo... Pero... ¿que pasaría si no lo hago? ¿Y eso de levantarme con el pie derecho? ¿Tan difícil es? Tengo una idea... sueños dentro de sueños, ¿como es esto? ¿que significa? La verdad no lo se, se me ocurrió, me parece bastante interesante... Un sueño dentro de un sueño... Es como... ¿es imposible? No, puede pasar, uno puede estar soñando y a su vez en su sueño soñar que esta soñando... eso seria un sueño dentro de un sueño. Ahora ¿que significa esto? ¿Tiene algo que ver con la rutina? Mmmmmmmmmmmm puede ser, sueño dentro de un sueño, es como estar atrapado, porque si uno despierta del sueño que esta dentro de su sueño sigue soñando, es decir, todavía no esta en el mundo real. Claro, si consideramos al sueño como algo que no es real y a la realidad como real... Pero ¿si fuera al revés? ¿Si estuviéramos todo el tiempo soñando y solo cuando creemos soñar estamos despiertos? Es como que en cierta forma el mundo, o mejor dicho, la realidad podría volverse un tanto absurda, como sin sentido... si hay veces que no existe ningún tipo de conexión ni de linealidad en un sueño, hay sueños que son algo asi como caóticos, uno no comprende como fue a parar de un lugar al otro, es como si estuviera editado, censurado, como si le faltaran partes... ¿Y si esa fuera la realidad? ¿si la realidad fuera tan absurda como un sueño? Y ¿hace falta que la realidad sea absurda? Digo, la realidad que todos creemos que es la realidad, hace falta que sea absurda ¿o ya lo es? ¿No es absurdo pensar todo esto? ¿Esto forma parte de la realidad o de la fantasía? Es decir, ¿mis pensamientos forman parte de la realidad? o ¿si no los expreso no son reales? Y si no los expreso y no son reales, ¿entonces los mudos son irreales? Como objeción podría decirse que un mudo puede escribir lo que piensa, pero por lo general un mudo, pienso yo, escribiría algo para comunicarse, no se pondría a escribir las cosas que le pasan por la cabeza en cierto momento, a esos momentos me refiero, a los momentos en los que uno piensa, en los que uno reflexiona sin sentido aparente, ¿esos momentos son reales? A veces me quedo pensando en que también malgasto mucho tiempo pensando, entonces no voy a pensar mas... Si estoy todo el tiempo pensando... Me quede pensando en esto de que los mudos escribirían solo para comunicarse... Yo me pregunto, si existe incomunicación, si muchas veces no podemos entendernos hablando, usando cientos de palabras, ¿como es que un mudo con un simple pedazo de papel y algunas palabras pretenda comunicarse? Yo creo que la incomunicación forma parte de lo absurdo, a veces la incomunicación es tan obvia, es tan evidente que se genera una situación absurda donde ninguna de las dos personas sabe lo que el otro le esta diciendo, es como si cada uno hiciera un monologo... ¿Y pensar todo esto es absurdo? ¿de que sirve? Es como que... no se, se me plantea el hecho de saber si lo que estoy pensando es profundo, absurdo, vulgar o triste... Parece profundo, suena absurdo y se oye vulgar... cualquiera podría pensarlo, ¿como saberlo? Como saber que es lo que ocurre dentro de la cabeza de cada persona en cada instante, como saber si esto es absurdo, si esto es algo común, o si esto es algo que jamas alguien se haya planteado... Si yo lo explicara, ¿alguien lo entendería? y si no lo entendiera, ¿seria por que no se comunicarme? ¿por que no se expresarlo? ¿por que es difícil de entender? o simplemente, porque no le interesa a nadie y en definitiva nadie le prestaría la suficiente atención y mis palabras terminarian perdiéndose como el viento... Sueños dentro de sueños, algo asi como estar atrapado, como estar condenado... Tengo que bañarme..."