jueves, 27 de marzo de 2008

Crimenes Perfectos

Ella lo llamó por teléfono y le dijo que ya no podían seguir sin dar muchas más explicaciones. Él se suicidó tras cortar la llamada, dejando sobre la mesita de luz una carta que decía: "La vida no tiene sentido, de hecho creo que jamás la tuvo. Si hay algo que le daba algo de sentido a todo esto era tu amor. Al perderlo todo el sin sentido volvió a tomarme por completo y ya no queda nada por lo que vivir. Te voy a seguir amando desde donde esté".
Tras el suicidio volvió a sonar el teléfono. Era la misma mujer, que llamaba para decirle a nuestro amigo suicida que se había confundido de número, y de persona.

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